UNA TARDE EN UN CAFE

Y ME MIRÓ CON LA CERTEZA DE QUE ALGÚN DIA NO SOLO SERIAN MIRADAS... TENÍA LA SEGURIDAD DE MI  GUSTO POR SU PRESENCIA CONSTANTE, PLANIFICÓ CADA PALABRA PARA QUE EL TIEMPO NI LAS CIRCUSTANCIAS LOGRARAN BORRARLAS DE MI RECUERDO. ROMPIÓ CUANTO PRECEPTO ME HABIA FIJADO EN LA VIDA, ME HIZO ENTENDER QUE ES MEJOR CALLAR Y ACTUAR, QUE DECIR  MUCHO Y SENTIR POCO PORQUE LA BREVEDAD DE UN MOMENTO AMERITA SER VIVIDO CON INTENSIDAD.

LUEGO DE ESO YA NO PUDE  EVITAR ESCRIBIR SU NOMBRE REPETIDAS VECES COMO SI CON ESO EVITARA QUE LA VEJEZ LO DESAPARECIERA DE MI CABEZA, SABIA QUE ALGUN DIA SE IRIA DE MI CUERPO PERO ME NEGABA A  QUE EL TIEMPO LO EXILIARA DE MI MENTE.